jueves, noviembre 23, 2006

Y pasó el primer mes


Este miércoles 22 de noviembre se cumplió el primer mes en que estoy sometido a la estricta dieta sin almidón. Más allá de la excelente discusión sobre el sustento teórico de ésta (que los interesados puedes revisar en el foro que se destaca en los links) la evaluación es muy positiva.

No hay grandes novedades frente a lo que comenté hace unos diez días. Bienestar general, con pequeñas molestias pero que ni siquiera son para tomar antinflamatorios y además es bueno "sentirlas", ya que me hacen tener siempre presente que esto no es una pesadilla y que voy a despertar de pronto a un mundo normal.

Lo cierto es que la movilidad sigue intacta, la cual puedo evaluar cuando hago los ejercicios diarios y veo que la elongación se mantiene. Sicológicamente estoy más fuerte que nunca y cada vez más empapado de la enfermedad, lo que me permite explicarle mejor a las personas de qué se trata la Espondilitis Anquilosante, cómo se manifiesta y cuál es su evolución.

Sí debo reconocer que estoy pasando por un período de hambre crónica, un vacío que siento que sólo se llenará con pan, pizzas o papa fritas. Sufro... porque siento que mi fuerza de voluntad ha estado al límite estos días, porque pienso que este deseo de comer esos manjares vale la pena por un día de dolor.

Son las pequeñas grandes decisiones que debo aprender a manejar. ¡Cómo resistir! si la principal dietista en España pecó varios días -quizás como prueba- y hoy ha vuelto a tener un brote, claro que lo de ella fue de manera grosera,,, sin contemplaciones atacó todo lo que no podemos comer.

Es el problema a un mes de empezar este tratamiento. Claramente, preocupaciones muy diferentes a las de hace 30 días y que espero se mantengan es ese ámbito... dicen los más duchos que el hambre se quita con el tiempo.